sábado, diciembre 30, 2006

Lo Mejor del 2006

Al igual que el año pasado, les presento aquí las diez mejores películas del año (según yo). A diferencia de la otra vez, sí estuve más o menos puesto al día con los estrenos, por ende tuve más de donde escoger. Así que si encuentran que esta lista se parece demasiado a la de otros críticos, será tal vez por eso. Aquí vamos.


10. BROKEN FLOWERS de Jim Jarmusch

A primera vista, una de esas películas lentas y pretenciosas hechas para los críticos especializados - el tipo de película que yo suelo evadir como una plaga. Pero tras verla dos veces, me encontré con una simpática y melancólica comedia de situaciones sobre un mujeriego en desgracia que va en busca de la posible madre de su hijo. Una excelente actuación de Bill Murray, en lo que se ha vuelto un nuevo estilo actoral para él (este hombre puede comunicar vólumenes de emoción con una sola mirada) mantienen a flote el fascinante viaje, donde la identidad de la madre pasa a segundo plano para concentrarse en un hombre decaído tratando de justificar su propia vida.

9. JARHEAD de Sam Mendes

La Guerra del Golfo fue bastante distinta a lo que pintaba la CNN. En vez de valerosos soldados peleando contra el régimen de Saddam, el filme de Mendes nos muestra la realidad: un grupo de rednecks deseosos de apretar el gatillo aburridos en pleno desierto esperando que empiece el conflicto. Y tras esto, el regreso a la civilización y una vida normal se hacía cada vez más difícil. Entretenida película cargada de humor negro, una hábil crítica a la intervención gringa en este tipo de conflictos, pero no la típica película bélica. Es más, no sucede mucho, pero el interés se mantiene.

8. V FOR VENDETTA de James McTeigue

Una de las mejores adaptaciones de cómic que se hayan hecho, aún si el propio Alan Moore dice odiarla. En un futuro dictatorial influenciado (entre otros) por 1984 de George Orwell, una figura enmascarada emerge para oponerse al régimen, en esta entretenida mezcla de ciencia ficción y critica política. Además de ser un espéctaculo visual, el filme tiene varios comentarios que hacer sobre la naturaleza del terrorismo y la influencia de cierto superpoder en las relaciones internacionales de hoy. Buenas reflexiones que están ahí para el que las quiera buscar, de mano de un carismático y verborreico espadachín. Pero ojo, no es una película de acción como prometían los avances, así que cuidado con eso.

7. CAPOTE de Bennett Miller

"A Sangre Fría" fue la obra cumbre del escritor Truman Capote y también la que lo destruyó. El facinante filme de Miller detalla la investigación del autor para su libro, particularmente su enfermiza relación con uno de los asesinos, una co-dependencia en la que ambos se manipularon para conseguir lo que querían: Capote quería terminar su libro y Perry quería demorar su ejecución. Un sorprendente Phillip Seymour Hoffman revela la caída en desgracia de Capote, desde un autor celebrado hasta un hombre solitario y propenso al alcohol y a las drogas. Excelente tema para una película que cobra aires de crónica periodistica (no es una película emocional), con un interesante tema.

6. MATCH POINT de Woody Allen

Woody Allen se muda a Londres y cambia completamente de registro para este sólido filme. Ya no está el típico humor neurótico de Allen (ni un personaje que haga las veces del autor), sino más bien se trata de un drama adulto sobre un peligroso triángulo amoroso con nefastas consecuencias. El sorprendente tercer actor, lleno de sorpresas, lo eleva de ser un drama convencional a algo mucho más oscuro, un thriller de bajo perfil con un sociopático protagonista que tiene mucho del recordado Tom Ripley. Un acierto de Allen tras años de haber sido ignorado por público y crítica.

5. THE DESCENT de Neil Marshall

Justo cuando muchos piensan que el género de horror está en decadencia y repitiendose demasiado, surge un cineasta como Marshall para demostrar lo contrario. Una premisa que bien podría aplicarse a una película barata de Cine B - un grupo de mujeres explorando cavernas se enfrenta a una raza de caníbales subterraneos - en manos del experimentado realizador se convierte en un tenso y claustrofóbico ejercicio de suspenso que nunca se detiene, manteniendo al espectador al borde del asiento de principio a fin, además de crear personajes creíbles por los que se puede sentir algo. El género de horror aún puede dar sorpresas y El Descenso es prueba de ello. Para verla mordiendose las uñas.

4. EL AURA de Fabián Bielinsky

La inclusión de El Aura en esta lista es bastante parcializada de mi parte. Me chocó la muerte de Bielinsky este año, luego de haberlo conocido en Sundance como una persona sencilla y que conocía de su oficio. Su segundo filme, completamente distinto a la genial Nueve Reinas, es un ejercicio de cine negro puro, ambientado en la Patagonia y con más de una sorpresa para el espectador que sea paciente con su ritmo pausado y lento. Ricardo Darín entrega otra excelente actuación en una película con muy buen trabajo técnico, que daba fe de la habilidad de Bielinsky para contar una historia. Una pena que se haya ido tan pronto, aún tenía mucho que demostrar.

3. OLDBOY de Park Chan-Wook

Film coreano con una premisa irresistible - un hombre es encerrado en un cuarto por quince años sin saber por quien ni por que, y una vez liberado sólo pensara en vengarse - es el punto de partida para una examinación sobre la venganza y las repercusiones que puede tener. Tal como demuestra este filme, puede llevar al ser humano a límites insospechados, a una caída de donde no hay retorno. Enredada, cruda y sorprendente, es una muestra de lo que puede lograr el cine asiático, que no tiene problemas en tocar temas que Hollywood evitaría como la plaga. Hay que ver hasta donde son capaces de llegar los dos protagonistas de esta película, ambos obsesionados con la venganza sin pensar en todo lo que acarrea.

2. GOOD NIGHT AND GOOD LUCK de George Clooney

Simple, corta, pero no por eso menos poderosa, la segunda película de Clooney es un recuento casi estilo documental sobre la batalla entre el periodista Edward R. Murrow y el senador anti-comunista Joseph McCarthy en la década de los 50. Obviando sentimentalismos o dramas innecesarios, el film se concentra sólo en los hechos, ofreciendo no sólo un valioso documento histórico, sino una reflexión sobre el verdadero poder los medios de comunicación y como hoy en día está siendo usado de manera equivocada, para mantener desinformado al publico, tal como sucedió en aquel entonces. Hacen falta más periodistas como Murrow, sin temores para enfrentar a la verdad y sus consecuencias. Una película simple que ofrece muchos temas para la reflexión, y de ahí nace su efectividad.

1. THE DEPARTED de Martin Scorsese

Scorsese vuelve al género criminal con una de sus mejores películas, un drama sobre la mafia irlandesa de Boston a través de dos individuos distintos: un criminal infiltrado en la policía y un conflictivo agente de la ley infiltrado en la mafia. Una vez que ambos descubren esto, se inicia una tensa carrera del gato y el raton para desenmascararse, en una historia trágica y épica. Un reparto inmejorable (DiCaprio y Nicholson están sublimes), excelente dirección, una banda sonora impecable y un guión bien construido, con un sorpresivo final, marcan esta impresionante historia policial, uno de los mejores filmes de Scorsese y de lejos, la película más entretenida del año. Si Marty no recibe algún premio por esta (luego de haber sido rechazado varias veces), va a ser una total injusticia. Obra maestra.



Y con esto, cerramos un 2006 donde me he visto ya demasiadas películas... nos veremos el próximo año con más críticas y comentarios para su disfrute, y ojalá que ahora si me ponga a escribir más seguido...

Una pequeña aclaración: sé que varias películas en esta lista están desactualizadas, la gran mayoría son del 2005 (Oldboy es de hace tres años), pero para esta lista estoy trabajando exclusivamente con los estrenos de este año... y como se sabe, la cartelera limeña se demora siglos en traer ciertas películas y a otras las ignora por completo... de ahí a que parezca algo antigua. En otras palabras: ¡ES LO QUE HAY!

Sobre las peliculas en esta lista, las recomiendo todas!

martes, diciembre 26, 2006

El Dragón no Alza Vuelo

El éxito de El Señor de los Anillos trajo de vuelta al género fantástico, que muchos habían dado por muerto hacía ya años. La trilogía de Peter Jackson se convirtió en un modelo a seguir para cualquier franquicia en el futuro, pero lo cierto es que en el negocio de Hollywood, una vez que se encuentra una moda, la explotan hasta que ya no dé más, a veces sin pensar siquiera en la calidad. Esa es la única explicación para la existencia de algo como Eragon, que ha sido publicitada como la digna sucesora cinematográfica de Tolkien. Bastante ilusos los encargados del marketeo.

Paolini empezó a escribir Eragon la novela cuando tenía apenas 15 años. Eso explica el porque parece las fantasías locas de un niño que ha sido criado en cine fantástico desde la infancia, particularmente la trilogía Star Wars. Todas las críticas lo han mencionado y aunque no es bueno hacer comparaciones, el plagio resulta tan obvio que es bien difícil pasarlo por alto.

Avísenme si se saben esta: un joven granjero, Eragon (Ed Speleers, en un debut para nada auspicioso) descubre un día un dragón bebé, que en tiempo récord (o para no demorar la película) crece a la adultez y le revela que es el elegido en una profecía para detener el reinado de terror del malvado Galbatorix (John Malkovich, debería darte vergüenza). Con la ayuda de un sabio guía, Brom (Jeremy Irons, el único que logra salir bien parado de todo el asunto), Eragon parte a hacer contacto con una banda de rebeldes escondidos que se oponen al imperio, seguido de cerca por Durza (Robert Carlyle), el peligroso secuaz del rey.

Tan obvio es el plagio que hasta se dieron el lujo de copiar una escena de la trilogía de George Lucas. ¿Recuerdan cuando Darth Vader mata a uno de sus súbditos usando la Fuerza por haber fracasado y al momento promueve a otro más? Reemplacen a Vader con Durza y es exactamente lo mismo. Pero no sólo se trata de un plagio: este es el debut de Stefen Fangmeier en la dirección (luego de años trabajando en efectos especiales, que lejos son lo mejor aquí) y se nota, porque tiene varios otros problemas.

Ninguna película fantástica que busca ser épica y memorable puede durar menos de dos horas. La trilogía de Peter Jackson, en su versión completa, dura 11 horas. Uno acaba con el trasero dormido y con unos dolores de pierna horrendos, pero logra su cometido: sumergirnos en un mundo distinto y mágico, y hacer que nos importe. Al costado de tamaño esfuerzo, los 100 minutos de Eragon son casi una burla. El film se pasa demasiado rápido y no da tiempo para profundizar en nada, dejando varios detalles como meras añadiduras a último minuto para darle color, como es el caso de un intrépido aventurero (La versión eragoniana de Han Solo) y el enorme y melenudo moreno líder de los rebeldes (¿Chewbacca?) que aparecen casi al final y no hacen prácticamente nada, como si el guión no supiese que hacer con ellos. Y esta es la impresión que da Eragon : un producto hecho a la carrera y sin mucho pensar, sólo para aprovechar una moda que en un par de años seguro se extinguirá.

Claro, es la primera parte de una trilogía y de seguro, si es que logran hacer las otras dos, puede que mejore: pero este no es un buen comienzo, con un protagonista que tiene el mismo carisma que una piedra. Al final, la taquilla manda y la merecida vapuleada que ha recibido Eragon hacen de una secuela algo difícil. Por lo pronto, prefiero ver de nuevo las 11 horas de El Señor de los Anillos para ver como le hacen verdadera justicia al género fantástico que soplarme este film otra vez.

martes, diciembre 19, 2006

Bond en Pañales


Soy ignorante en lo que se refiere a las aventuras cinematográficas del súper agente James Bond. Aparte de ver las intervenciones de Pierce Brosnan en el papel (y eso sólo cuando no tenía otra cosa que ver), nunca me han llamado la atención, por la misma razón por la que no soporto a Steven Seagal: es demasiado perfecto. Bacán hasta decir basta, un capo a quien nadie toca, los malos no le hacen daño, ni se despeina. (Soy tal vez el único crítico que se atreve a hacer semejante comparación)

Además de esto, me parecían películas demasiado fantasiosas. Acepto que una serie sobre un súper espía tiene que sacrificar ciertos aspectos de la realidad, pero ya con la última entrega, Otro Día para Morir, la saga llegó a niveles de caricatura demasiado ridículos: palacios de hielo, autos armados hasta los dientes, armaduras generadoras de electricidad y la increíble imagen de Bond surfeando en un glaciar con un paracaídas y sobre la puerta de un automóvil (Y me abstendré de mencionar la horrenda canción de Madonna).

Y ahora viene Casino Royale, adaptación de la primera novela escrita por Ian Fleming (que ya ha sido hecho antes, en una parodia con Woody Allen que dicen es un bodrio), con un nuevo actor calzando el smoking: Daniel Craig. No me he vuelto fanático aún, pero si la idea era reiniciar de nuevo la serie, esta entrega hace un perfecto trabajo.

Este es un Bond distinto al que estamos acostumbrados. Es su primera misión, capturar a Le Chiffre, un banquero que financia terroristas, mediante un juego de póquer. Y como todo novato, aquí Bond comete errores. A diferencia de anteriores entregas, no es un superhombre, se acerca más a John McClane: recibe castigo tras castigo, pero insiste. Casi pierde el juego, es torturado, recibe palizas, frustra su primera misión, es envenenado y para colmo hace trizas un pedazo de auto como el Aston Martin. Tampoco bebe sus acostumbrados Martinis y, por primera vez en mucho tiempo, se enamora.

Craig hace de Bond un personaje vulnerable, más humano; la relación con Vesper Lynd también trae consigo ingeniosos diálogos entre Craig y Eva Green; y aunque cerca del final tanto amorío ya empieza a desgastar y alargarse demasiado, lo que sucede define en lo que luego se convertirá Bond: carismático, pero frío, sin confiar en nadie y concentrándose en su trabajo. Se podría decir que sin lo ocurrido en el tercer acto, Bond no sería el personaje que ya hemos visto en 20 filmes anteriores.

En cuanto a las escenas de acción, también sufren cambios: atrás han quedado las hazañas imposibles de caricatura. Este Bond no es elegante: es brutal, violento y va directo al grano. Regresando a la serie luego de Goldeneye, Martin Campbell hace un buen trabajo en estas viscerales secuencias, demostrando su habilidad tras cámaras. Tienes que ser un buen director para poder sacarle tensión a un juego de póquer, el cual de seguro pude haber disfrutado más si es que supiese como diablos se juega.

La única crítica que puedo hacer es que es demasiado larga. Como dije, tanta escena de amor al final empieza a cansar. Pero lo cierto es que con esta entrega Bond ha renacido, en vez de convertirse en la caricatura que estaba vislumbrando. Quien sabe adonde vaya la serie desde acá, pero es un buen comienzo.

sábado, diciembre 09, 2006

De vuelta...

Saludos a todos...

Debo pedir sinceras disculpas a los cuatro gatos que leen esta página y que aguantan con mucha paciencia mis desvarios sobre el universo cinematográfico... por una combinación de flojera y trabajo no he podido actualizarlo demasiado, he estado trabajando un mes en Chancay y aunque en lo laboral todo bien, debo decir que es uno de los pueblos más aburridos que he visitado, casi tanto como esos bicicleteros de nombres raros que quedaban camino a Reno (mis disculpas a cualquiera que sea de Chancay).

Como se imaginarán, no he tenido acceso a un cine desde hace ya mucho tiempo y me he tenido que contentar con ver el ciclo de Hollywood en Panamericana, donde me di con la sorpresa de que la recordada Juego de la Muerte, donde Bruce Lee pelea con el futuro basquetbolista Kareem Abdul-Jabbar en aquel icónico traje amarillo (y de paso cumple el sueño de muchos al darle una soberana paliza a un joven Chuck Norris), sólo tiene al gran Bruce en los últimos quince minutos de película (debido, obvio, a su misteriosa muerte).

También me di cuenta que Panamericana tiene un fetiche aberrante con las películas de artes marciales, especialmente con Jackie Chan (donde cada golpe suena como una cachetada) y Retroceder Nunca, Rendirse Jamás debe tener unas 17 secuelas (empezando por aquella donde un mocoso karateca recibe ayuda del espiritu de Bruce Lee para pelear con Van Damme haciendo de matón ruso (y no me estoy inventando esto).

Pero bueno, ahora que se acaba el trabajo, espero volver de vuelta a mi ritmo cinéfilo y poder actualizar esta página más seguido. Tengo toda una pila de DVDs (piratas, obvio) esperándome en la sala a que los haga trizas.

Por último: Los Infiltrados es un peliculón, una de las mejores del año y si Scorsese no recibe un premio ya debería jubilarse. Bien merecido lo tiene. Vayan a verla.