Los Cuatro Fantásticos fueron los primeros superhéroes de la editorial Marvel, los antecesores de otros éxitos como El Hombre Araña o Hulk; era sólo cuestión de tiempo hasta que hiciesen el salto al cine y así sucedió en el 2005, con una primera entrega que, a diferencia de lo visto en otras adaptaciones de cómic, era mucho más ligera y para un público juvenil. Así se ha mantenido la segunda parte, una aventura enferma de fantasiosa pero que aún así define la esencia de un cómic.
El concepto detrás de esta “familia” es en verdad, muy difícil de tomarse en serio. Un hombre que se estira, una mujer invisible, una antorcha humana y un hombre de piedra cuyo archienemigo es un tipo en armadura que genera electricidad. No es precisamente material para un drama existencial, sino para algo ligero y esa es la principal diferencia entre los Cuatro y el resto de superhéroes (Antes de que la Marvel decidiera complicarlos con un hijo mutante con poderes psíquicos que viajaba en el tiempo – pero es mejor no pensar en eso).
En esta ocasión, la boda de Reed Richards y Sue Storm se ve interrumpida por la aparición de Silver Surfer, un ente cósmico que monta una tabla (contrario a lo que piensan, no es un villano) y es sólo el mensajero de Galactus, el “Devorador de Mundos” (se explica solo) que viene a borrar a la Tierra de la galaxia.
Le sigue una serie de efectos especiales y escenas de acción sin descanso que son al final un dibujo animado en carne y hueso. Esta supera con creces la primera parte simplemente porque ya no tiene que perder tiempo explicando quienes son estas personas y como llegaron a ser así. Ahora pueden lanzarse de frente a la acción y hacer lo suyo. Para algunos, esto puede ser malo, pero si se trata de espectáculo visual, esta película cumple, y en unos compactos 90 minutos.
Peter Parker trata de balancear su vida de aproblemado estudiante universitario con la de héroe; Bruce Banner lidia con la doble personalidad de un gigante destructivo; Superman trata de adaptarse a un planeta extraño; y Batman se deprime por la muerte de sus padres, pero las cosas son mucho más simples para los Cuatro Fantásticos. Son estrellas y les gusta, y el tono cómico y relajado de la película lo refleja. Este es un cómic antes que nada, un mundo donde tipos plateados en tabla, archienemigos que vuelven de la nada, un auto volador marca Dodge y explicaciones cientificas sin sentido no interesan. Por más raro que parezca, esta es la adaptación más fiel del tono de la historieta original.
Es bueno ver una adaptación de cómic que no se toma demasiado en serio, y esta es una película que los más pequeños van a disfrutar con creces. Es más, vayan a verla con la familia. Los fanáticos del cómic se quejarán de que Galactus sea representado aquí por una nube de gas, pero piensen que en el cómic es un gigante con un traje de vikingo morado. Aún entre tanta fantasía, eso sería demasiado ridículo.
1 comentario:
Me parece que existe una versión previa a estas dos películas sobre los 4 Fantásticos, aunque no puedo hablar de su calidad, pues no la he visto.
Los superhéroes continúan siendo cantera para guiones de cine, algunas veces con buenos resultados otros es mejor olvidarlos.
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