Walter Fane (Edward Norton), un frío y metódico bacteriólogo, casado con su trabajo y de poca aptitud social, viaja de Shanghai a un pueblo remoto en las montañas, en pleno dominio inglés de China, para atender una epidemia de cólera que está arrasando con la población. Lo acompaña su esposa Kitty (Naomi Watts), un espíritu libre que se casó con el doctor sólo para poder escapar de su hogar. No hay amor en su matrimonio y menos tras una infidelidad de ella en un momento de aburrimiento.
Resulta difícil creer que una relación como está pueda arreglarse: Kitty vive aislada en un pueblo donde no entiende el idioma y Walter es vengativo, castigando a su esposa por lo sucedido y llegando a sugerir en algún momento que la llevó al pueblo sólo para que contraiga la enfermedad y pueda sufrir.
Es necesario entonces que ambos se enfrenten con la fea realidad, el cólera llevándose a los pobladores en medio de una frágil situación política en la que China se rebelaba en contra de la ocupación británica y la presencia de extranjeros no se vería con buenos ojos. Es en este clima convulsionado donde la pareja aprenderá a conocerse y respetarse, aprendiendo duras lecciones: ella, asumiendo responsabilidades y abriendo los ojos frente a la realidad del mundo; y él, siendo humilde y haciendo contacto con gente menos privilegiada, dejando de lado el orgullo inglés.
Historias como esta funcionan por sus actores y esta no es la excepción. Watts hace creíble su transformación de mujer engreída y superficial a esposa preocupada y Norton, considerado el mejor intérprete de su generación y que ha mantenido un bajo perfil en los últimos años, no ha perdido ninguna de sus habilidades.
Por un lado, es un drama romántico sobre dos personas que aprenden a quererse en circunstancias difíciles; y por otro lado es una mirada a la situación política y social de China en aquella época, un rechazo a la presencia extranjera que inevitablemente chocará con la pareja, asegurando pocas probabilidades de un final feliz.
Con una sólida fotografía repleta de buenas imágenes, resaltando la belleza natural del interior de China – aparentemente es la primera película que se filma ahí en años, una tarea difícil para cualquier cineasta debido a la cantidad de restricciones que existen - es una película visualmente atractiva, un drama de bajo perfil que se ocupa de desarrollar sus personajes y contar bien una historia, que es al final lo que se pide de todo buen drama.
Por un lado, es un drama romántico sobre dos personas que aprenden a quererse en circunstancias difíciles; y por otro lado es una mirada a la situación política y social de China en aquella época, un rechazo a la presencia extranjera que inevitablemente chocará con la pareja, asegurando pocas probabilidades de un final feliz.
Con una sólida fotografía repleta de buenas imágenes, resaltando la belleza natural del interior de China – aparentemente es la primera película que se filma ahí en años, una tarea difícil para cualquier cineasta debido a la cantidad de restricciones que existen - es una película visualmente atractiva, un drama de bajo perfil que se ocupa de desarrollar sus personajes y contar bien una historia, que es al final lo que se pide de todo buen drama.
4 comentarios:
Hey Ernesto,
aqui Christian, colega de New York, no te gustaria participar en un blogatón de cine latino? Donde te puedo mandar un email??
Cool, ya lo hice!!
porque no hubo respuesta a las
críticas que hizo el señor Frías en el blog paginasdeldiariodesatan?
"Nos equivocamos buscando el uno con el otro cualidades que nunca tuvimos"...
Muy bonita película, de verdad, y además destilando ese olor de aquellas películas clásicas de corte romántico. La historia la dirige John Curran, y en donde nos traslada allá a los años veinte, metiéndonos en la vida de una joven llamada Kitty, y que para escapar del entorno que le rodea, como es la alta sociedad, se casa con un médico, y para iniciar su nueva aventura se transladan ni más ni menos que a Shangai... Muy bonita como digo al principio, y es que la verdad es una película hecha con muy buenas intenciones, y que cuenta con todos los ingredientes que una historia de amor puede tener. Ya era hora, que nos contaran historias como esta, ya que estamos acostumbrados a esas típicas y tópicas comedietas románticas, que no van a ninguna parte. Porque aquí el fenomenal Curran rompe con todos esos tópicos, para ofrecernos una verdadera historia de amor,porque todo está hecho inmejorablemente bien. Empezando por un guión sumamente inteligente obra de Ron Nyswaner, y seguido de una deslumbrante fotografía a cargo del gran Stuart Dryburgh y recreándose el "tio" en unos maravillosos paisajes naturales. Y como colofón las extraordinarias interpretaciones tanto de Edward Norton como de Noemi Watts, dando vida a esa pareja, casados por motivos equivocados. Y atención a la "veterana" Diana Rigg, la famosa Emma Peel, de aquella mítica serie televisiva llamada "Los Vengadores" ("The Avengers"). En definitiva, una extraordinaria película, que yo diria "como las de antes", y que a decir verdad, historias como estas, uno no quiere que acaben nunca. Sobresaliente Alto. Saludos!!!
Muy bueno tu blog, amigo mio, y extraordinario trabajo. Si señor.
http//:pablocine.blogia.com
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