El amor puede ser lindo y mágico, claro que sí: uno de los mejores sentimientos del mundo. Pero también tiene su lado oscuro. Si uno no logra comprenderlo, puede resultar siendo doloroso y destructivo. Ese es un lado que Hollywood nunca muestra, considerando la enorme cantidad de comedias románticas cebolleras que vemos cada año.
Closer de Mike Nichols es la otra cara de la moneda. Es la mirada más franca y madura que he visto hasta ahora sobre lo que es el lado oscuro de las relaciones humanas. Dos parejas, conformadas por personas inseguras y manipuladoras, hacen del amor un simple juego, una cuestión de rivalidad, de querer superarse uno al otro. Los cuatro caen en desengaños y frustración con el simple objetivo de verse sufrir.
En este film, el amor es una guerra, como bien rezaba la inmortal Pat Benatar: y ambos bandos tienen armas peligrosas, siendo el sexo la peor de todas. No es por amor, por cariño, es una mera manipulación. Se escuchan las palabras "te amo" repetidas veces, pero nunca con esta total falta de sentimiento. Palabras al viento, suenan falsas y forzadas.
Siendo basada en una obra de teatro (y guionizada por el mismo autor), es de esperar que el diálogo sea de primer nivel. Franco, sin adornos ni palabras bonitas, el intercambio de palabras produce escenas mil veces más incómodas que cualquier cine de terror gore (y acabo de ver The Hills Have Eyes ayer). No es fácil ver esta película, mucho menos al considerar que sí pueden existir personas así de crueles en la vida real: no es para nada bonito.
Aún así, es un film fascinante que desnuda la peor cara del amor. Para ser una película con sólo cuatro personajes y compuesta enteramente de diálogos, me atrapó todo el rato. Debo hacer mención de Natalie Portman, en un papel realmente adulto y a Clive Owen, quien interpreta a un hombre a todas luces patético pero inteligente y manipulador. Ciertamente dignos de reconocimiento.
Recomendada para todas las parejas, para que sepan no hacer en el futuro; en el amor lo que más importa son los sentimientos y si no son tratados con gentileza, pueden destrozarse de por vida. El amor es complicado, ciertamente, pero un sentimiento genuino que no puede tomarse a la ligera, como los cuatro pobres desdichados en este film hacen una y otra vez. Peor para ellos.
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