Para los que lo estaban extrañando... otra pequeña muestra de Nuevo Cine Argentino. Ya a este paso me voy a vivir a Buenos Aires mañana.
Pizza, Birra, Faso (1998) Dir.: Bruno Stagnaro y Adrián Caetano
Un grupo de marginales recorre las calles de Buenos Aires en este crudo drama criminal. Córdoba, Pablo, Frula, Megabom y Sandra son delincuentes de poca monta que dependen del robo para subsistir día a día. Como muchos otros, para este grupo sólo existe el hoy, no tienen grandes planes más que sobrevivir a base de "pizza, cerveza y cigarros", como reza el título. Sólo esperan aquel milagro que les depare un mejor futuro, sin encontrarlo. Realistico filme con un desenlace trágico pero esperado: cuando uno vive al margen de la sociedad, no queda otra salida más que arriesgarse y el precio que se paga es alto. Buen debut en conjunto de Caetano, quien luego se consagraría como una de las voces principales del Nuevo Cine Argentino.
El Asadito (2000) Dir.: Gustavo Postiglione
Película simple, corta, filmada en blanco y negro, cámara en mano y sin mayores pretensiones que contar una buena historia: un grupo de amigos se reúne para un "asado" y a medida que avanza la jornada, saldrán a la luz algunos secretos guardados. Entretenida, casi como una obra teatral. Un filme que logra hacer mucho sólo a base de diálogos, que pueden sonar banales pero que representan bien la interacción entre un grupo de personas como tú y yo. Para algo tan simple, salió bastante bien, lo que da para pensar como es que el cine argentino es capaz de algo tan bueno. Al terminar la película, Mario lo dijo mejor que nadie: "¿Por que el cine peruano no puede hacer algo así?" Si es tan simple...
Como un Avión Estrellado (2005) Dir.: Ezequiel Acuña
Una historia de amor adolescente: Nico, un chico distraído y algo lento que trabaja en una veterinaria y aún no se recupera de la muerte de sus padres un año antes, conoce a Luchi, una chica alegre y despreocupada. De ahí se sucede una historia de amor que al final, será marcada por la desilusión. No sé que pensar de esta película: Acuña tiene oficio pero lo cierto es que no tiene mucho que contar, es a ratos pretenciosa sin tener que serlo, aunque tiene sus buenos momentos. Un caso en el que el resultado no es la suma de las partes. Prefiero verla como una comedia, porque Nico es un muermo (basta con ver sus gestos) y Luchi, aunque un amor, es bastante extraña - usar a tu conejo mascota como si fuese un muñeco de ventrílocuo es razón suficiente para que se rían de tí. Viendola así, salva.
Ya llevo 20 películas en poco más de una semana y me sorprende el oficio que hay dentro del cine argentino. Tienen industria en ese país, una pena que en el Perú aún no puedan entregar obras de esta calidad. Pero bueno, es lo que hay.
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