Desde su aparición en Hollywood en 1998, estaba cantado que Vin Diesel pasaría a formar parte del panteón de rudos héroes de acción. Con su pinta de fisico culturista, voz grave y cara de pocos amigos, no había mucho más que pudiese hacer. Siguiendo los pasos de Schwarzenegger y otros “rudos”, quiso mostrar su lado cómico y familiar con Niñera a Prueba de Balas y de ahí no se supo más. Ahora Vin quiere demostrar que aún puede patear traseros, pero Misión Babilonia no va a ser el vehículo que lo regrese al género.
Diesel es Thoorop, un mercenario en un caótico mundo futurista, contratado para transportar a una misteriosa chica de Europa a Estados Unidos. Aparentemente la chica lleva consigo algo importante que podría cambiar el curso de la humanidad. Suena familiar: es la misma premisa que Niños del Hombre, sólo que menos reflexiva y más entregada a las peleas, persecuciones y explosiones.
Porque el mundo está sumido en caos, con las calles destrozadas y refugiados por todas partes, es sólo una de las cosas que la película prefiere no explicar. Una guerra nuclear, el calentamiento global, un virus, en fin… nunca queda claro. La ambientación es bastante buena, pero al no saber que pasa, estamos tan confundidos como el mismo Thoorop, que vive bajo el credo de “no hacer preguntas”. El film también, por cierto.
El motivo del viaje también es un misterio: esta chica es buscada al mismo tiempo por un cientifico y una secta religiosa; porque la necesitan no está bien explicado. Ni tampoco porque ella parece tener poderes. Y así sucesivamente. El film parece correr junto con sus personajes, de lugar en lugar y sin pensar en los detalles. Basta con ver la última media hora, que se atropella a toda velocidad tratando de resolver la historia lo más rápido posible.
Recientemente, Mathieu Kassovitz criticó la película por ser un bodrio, un proyecto en el que no le dejaron tomar decisiones ni hacer ninguna toma como él quería. Y al ver el resultado final, y sabiendo que existe una versión más larga para los mercados europeos, queda claro que los estudios han metido mano a la película para poder venderla mejor. Eso explica porque todo es tan ambiguo, o porque de la nada Thoorop, de ser un matón malas pulgas, se convierte en un justiciero de corazón noble.
Es una lástima: Kassovitz tiene buen ojo para dirigir y aunque ya hemos visto miles de mundos futuristas caóticos, este no deja de ser fascinante y bastante bien ambientado. Se ve que la película tiene buenas ideas, pero están pésimamente comunicadas. Sólo queda esperar la versión original, para al menos poder entender algo, porque si no, no queda mucho por recordar.
Diesel es Thoorop, un mercenario en un caótico mundo futurista, contratado para transportar a una misteriosa chica de Europa a Estados Unidos. Aparentemente la chica lleva consigo algo importante que podría cambiar el curso de la humanidad. Suena familiar: es la misma premisa que Niños del Hombre, sólo que menos reflexiva y más entregada a las peleas, persecuciones y explosiones.
Porque el mundo está sumido en caos, con las calles destrozadas y refugiados por todas partes, es sólo una de las cosas que la película prefiere no explicar. Una guerra nuclear, el calentamiento global, un virus, en fin… nunca queda claro. La ambientación es bastante buena, pero al no saber que pasa, estamos tan confundidos como el mismo Thoorop, que vive bajo el credo de “no hacer preguntas”. El film también, por cierto.
El motivo del viaje también es un misterio: esta chica es buscada al mismo tiempo por un cientifico y una secta religiosa; porque la necesitan no está bien explicado. Ni tampoco porque ella parece tener poderes. Y así sucesivamente. El film parece correr junto con sus personajes, de lugar en lugar y sin pensar en los detalles. Basta con ver la última media hora, que se atropella a toda velocidad tratando de resolver la historia lo más rápido posible.
Recientemente, Mathieu Kassovitz criticó la película por ser un bodrio, un proyecto en el que no le dejaron tomar decisiones ni hacer ninguna toma como él quería. Y al ver el resultado final, y sabiendo que existe una versión más larga para los mercados europeos, queda claro que los estudios han metido mano a la película para poder venderla mejor. Eso explica porque todo es tan ambiguo, o porque de la nada Thoorop, de ser un matón malas pulgas, se convierte en un justiciero de corazón noble.
Es una lástima: Kassovitz tiene buen ojo para dirigir y aunque ya hemos visto miles de mundos futuristas caóticos, este no deja de ser fascinante y bastante bien ambientado. Se ve que la película tiene buenas ideas, pero están pésimamente comunicadas. Sólo queda esperar la versión original, para al menos poder entender algo, porque si no, no queda mucho por recordar.
2 comentarios:
¿Hay una versión mas larga?, con razón ese corte tan brusco al final, da la sensación de que sacaron el tercio final de la película y lo pegaron con el epilogo, pero a lo bestia
Gracias por el post Juan!
En efecto, dicen que existe una versión más larga, aunque no sé donde se podrá conseguir. Ojalá nomás que no sea tan incoherente como esta.
Saludos!
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