miércoles, abril 26, 2006

Buenas Noches y Buena Suerte

En la década de los 50, el temor hacia el comunismo crecía en Estados Unidos a ritmo agigantado. La amenaza soviética de aquel entonces hizo a toda la población vivir con una enorme paranoia, en un ambiente donde todos podían ser sospechosos. El encargado de exacerbar este sentimiento fue el senador Joseph McCarthy, que a lo largo de la década sometió a oficiales del gobierno, del ejército y personas normales a duros juicios acusándolos de comunistas, a veces sin pruebas concretas en lo que se consideró un claro abuso de poder.

Algunos medios de comunicación le hicieron frente al senador. Uno de los casos más célebres fue el de Edward R. Murrow, destacado conductor de la cadena CBS que libró una larga batalla en contra de esta caza de brujas que al final desembocó en una investigación en contra del propio McCarthy que ocasionó su caída. Esta es la historia que George Clooney decidió contar para su segunda aventura como director, luego de Confesiones de una Mente Peligrosa.

Esta es una de las pocas veces en que una película ovacionada y postulante a varios premios no dure dos horas o más; y es que Clooney ha decidido contar la historia tal cual sucedió, apegándose a los hechos y obviando cualquier otro material innecesario (como romances forzados o momentos heroicos). A ratos la película parece un documental de la época, sentimiento aumentado por la excelente fotografía en blanco y negro y el uso de material televisivo de la época (en los que el propio McCarthy se interpreta a sí mismo). El film te cuenta lo que tiene que contar, y listo.

La caza de brujas pudo haber sido en los 50, pero tiene bastante relevancia hoy en día. Basta con ver como trata Estados Unidos al pueblo árabe: obviando los derechos humanos y el buen proceder, tienden a señalar con el dedo a cualquier persona de Medio Oriente y tacharlos de terrorista, sin derecho a réplica. Es muy parecido a lo que hacía McCarthy en su día, claro que con una diferencia: le respondían.

Y esta es la crítica que hace Clooney con esta película: mientras que en esos días había gente como Murrow dispuestos a criticar esos abusos de poder y hacerles frente, hoy en día el llamado cuarto poder prefiere hacerse de la vista gorda, empezando con la CNN que a ratos no deja dudas de que siempre está respondiendo a los intereses de la mayor potencia del mundo. Los ratings y el negocio importa más que decir la verdad.

En el discurso que abre y cierra el film, Murrow hace un punto muy valedero: la televisión tiene el poder (y la obligación) de informar a la gente, de denunciar injusticias, de ser la voz de una sociedad en tiempos de crisis, de lograr cambios importantes. Pero en vez de eso prefieren fingir que no sucede nada y depender de programación banal, que esconda lo que de verdad está sucediendo, de mantener a la gente ignorante sobre lo que sucede a su alrededor. Y hoy en día, en que las señales televisivas están saturadas de reality shows y demás tonteras, no se puede evitar pensar que el célebre conductor tenía razón y que el potencial verdadero de la TV no ha sido aprovechado: no es más que luces en una caja.

El film de Clooney invita a estas y otras reflexiones. No sólo una lección de historia, sino también una crítica al manejo de los medios que se hace hoy en día. Confirma también al otrora actor rompecorazones como un director de oficio y que si sigue en esta trayectoria, dará que hablar. Altamente recomendada.

2 comentarios:

PELO-PON-ESO dijo...

uy mi compadre, ernesto, como estas, aqui retornado despues de un tiempo a tu blog, te felicito hermano por la constancia, hablar de cine, yo se que te apasiona y es algo loco que le pongas tanto punche, a ver si sacas una pelicula pronto jajajaja, las venturas nocturnas de ernesto y su mancha

compadre, queda la borrachera pendiente

cuidate

saludos y suerte en el corazoncito,

se ve que estar recontra enamorado

saludos
joan

Kinky Devil dijo...

y de quien estas enamorado tu??? a ver a ver...desembucha!!! spit it out how come i didnt know!!