Mototaxi Driver

Siguiendo con la misma línea del anterior comentario, sobre los efectos posteriores de la guerra en los soldados y como les dificulta el volver a una vida normal una vez terminado el conflicto, nos encontramos con una producción peruana: Días de Santiago, opera prima de Josué Méndez.

El titular Santiago es un ex combatiente del Cenepa, un veterano del ejército de 23 años que regresa a Lima a un hogar dificil y una realidad que no comprende. Él es parte de aquella "generación perdida" que muchos no conocen, grupo de jóvenes idealistas que creyeron en el ejército sólo para salir decepcionados, trastornados y abandonados por el gobierno peruano que les prometió mejor futuro.

De aquí se entiende la relación a filmes como Jarhead o Full Metal Jacket de Stanley Kubrick: los efectos deshumanizantes de la guerra, el afán de convertir a jóvenes en máquinas de matar, en quitarles su individualidad para luego dejarlos volver a una realidad ajena, a la que muchos no pueden readaptarse. Aunque no al mismo nivel de los conflictos en Irak o Vietnam, lo mismo sucedió con los veteranos de la guerra con Ecuador, y eso queda personificado en el mismo Santiago: anda por las calles paranoico, siempre a la defensiva, alerta, propenso a romperle los huesos a quien se le cruce, lleno de resentimiento e inseguridades, violento e incomunicativo. Pietro Sibille está de lujo en su actuación, mostrando a Santiago como un tipo vólatil que esconde sus sentimientos y está a punto de reventar por estar en una ciudad, en una realidad que le fue ajena por varios años; soñando con volver al combate, con sentirse útil de nuevo. ¿Y que te pasó en Misterio, Pietro?

El hecho de que Santiago no encuentre mejor forma de subsistencia que dedicarse a hacer taxi confirma que una obvia inspiración para este film fue Taxi Driver de Martin Scorsese. Al igual que el inmortal Travis Bickle, Santiago observa como la decadencia de la sociedad desfila por su taxi, queriendo hacer algo para cambiarla. Travis vio su oportunidad al querer salvar de esta mugre a la joven prostituta Iris, interpretada por Jodie Foster; Santiago pasa por algo similar en su relación con una joven de 17 años, la cual, sin embargo, no acaba bien. Santiago, en su afán por hacer algo por la ciudad, al final estalla, llevando a más de un enfrentamiento violento y un final ambiguo que nos deja cuestionando que le sucederá.

Las similitudes al film de Scorsese están ahí; total, ambas peliculas tratan el tema de un ex veterano de guerra trastornado que no se puede adaptar a la sociedad. Sibille incluso emula un poco a DeNiro en una corta escena donde se encuentra ensayando un sermón a su sufrida esposa: momento que recuerda con creces a la famosa escena del "You talkin' to me?"

Por supuesto, esto no es un vil plagio: Méndez ha hecho de esta historia algo muy peruano, muy de nuestra realidad particular, un aspecto de Lima que probablemente pocos conozcan. Buena ópera prima, que aunque a ratos cae en la lentitud propia de aquel cine arte pretencioso que me saca ronchas, tiene mucho que decir y una buena historia que contar. Sólo me queda preguntar porque diablos el 80% de la película está en blanco y negro. Si se supone era para mostrar el estado mental del protagonista, eso lo capté en cinco minutos: el resto del tiempo era sólo molestoso. ¿Qué, no les alcanzó la plata para procesarla en color?

En fin, vean Dias de Santiago. No es sólo el Taxi Driver lorcho y como cine peruano, ¡vale la pena, promoción!

Welcome to the Suck

Jarhead de Sam Mendes tiene la distinción de ser una película bélica que en realidad, no lo es. Mientras que otros filmes de guerra muestran combates y soldados en maniobras, esta es completamente lo opuesto.

Basada en las memorias del marine Anthony Swofford, Jarhead cuenta la historia de un grupo de idealistas soldados listos para matar cuando son enviados a formar parte de la tristemente célebre Guerra del Golfo (otra más en una larga lista de metidas de patas de los gringos). Al principio, sólo tienen que esperar a que las acciones empiecen. Y esperan... y esperan... y esperan.

Contada con mucho humor ácido y drama, la película muestra fielmente el efecto que tiene la guerra en los soldados. Los deshumaniza, los vuelve unos locos ansiosos de apretar el gatillo, ¿y después que? ¿Que sucede cuando la guerra se acaba? Para Swofford y sus amigos, luego de meses en el desierto sin nada que hacer, volver a casa, a una vida normal, resulta casi imposible.

La Guerra del Golfo fue un caso especial. Un sinnúmero de soldados gringos llegaron a instalarse en el desierto para terminar protegiendo el único interés que tenía el alto mando, el petróleo. Se pasaron meses sin hacer nada, y de esto se trata la película: vemos a los soldados jugar huevear, pajearse, discutir, gritar, pajearse un poco más y al final perder la cordura, en un aislamiento atroz bajo un sol abrasador. Muchos, como Swofford, se fueron a casa cuando terminó la guerra sin haber disparado sus armas ni una vez. ¿Y asi esperan que regresen cuerdos?

De esto se trata la película, claro que con harto sentido del humor. Para verla y lamentarse de lo mal que deja la guerra a sus veteranos. Entre otras cosas, la fotografía está de lujo y Jake Gyllenhaal está mejor acá que de vaquero gay. Que raro que una película donde de verdad, nadie hace nada, pueda resultar tan entretenida. No se esperen balaceras ni combates que de esto no se trata, es el film bélico más pasivo de la historia. Ohh-rah!

Por cierto, hay que ver la cantidad de rednecks brutos y violentos que los gringos dejan unirse al ejército. Y esta se supone es la mayor potencia del mundo.

Noche del Oscar

Cada año, Hollywood entrega premios a lo mejorcito del cine, y cada año, uno siempre se queja de la falta de originalidad y sorpresas en la entrega.

Para mí, los Oscares han perdido mucho de su brillo desde hace años. Tienen sus propias reglas estúpidas que seguir y por ende, los nominados siempre decepcionan porque falta alguien. Eso de nominar sólo películas estrenadas en el mes de diciembre resulta fatal para cualquier filme aspirante a premios que tenga la brillante idea de estrenarse en cualquier otro mes.

Cada año, siempre hay una película hecha expresamente para ganar premios, la cual la crítica alaba hasta el cansancio y una vez que se inicia la gran noche, ya se sabe de antemano quien va a ganar. Por eso ya no veo la ceremonia: porque ya no hay suspenso, es todo predecible y no dan ganas de soplarse cuatro horas cuando ya se sabe desde dos meses antes quien va a ganar. ¿Alguien quiso ver los Oscares el año que ganó Titanic? Justo a lo que me refiero.

Pero igual, los Oscares son algo que cualquier cinéfilo que se precie no puede ignorar del todo: además, algo tienen que tener las nominadas para llegar hasta ahí. Asi que ayer me senté a ver la ceremonia, a medias porque estaba tomando cuenta de mi colección de películas (¡Y son un montón!).

Estaba convencido de que Brokeback Mountain ganaría todo: trágica, polémica, bonita, larga, hace llorar, emotiva a cagar y un millar de premios ganados antes. El tipo de película por la que la Academia se rinde. Bueno, me dije: van a ganar los vaqueros. Ahora me queda esperar tres horas para darme cuenta que la Academia siguen siendo unos viejos rígidos.

Al parecer, no se quisieron arriesgar: ganó Crash. Todo lo que dije en la rápida entrevista en 1160 se fue por el caño. Estoy seguro de no estar solo: ya todos daban por sentado que los cowboys gays arrasarían. Pero no fue así.

Esa fue tal vez la mayor sorpresa de la noche, porque el resto de los ganadores ya venían avalados desde antes: Phillip Seymour Hoffman (Capote), Rachel Weisz (The Constant Gardener) y Reese Whiterspoon (Walk the Line) . Eran los favoritos, se esperaba que ganen, y ganaron: cero sorpresas. Aunque sí me alegro que haya ganado George Clooney, simplemente porque me cae bien y hace rato demostró que es más que un cara bonita.

Por lo menos, adiviné mejor director: Ang Lee. Aunque el chino tiene talento y la película estaba bien dirigida, digamos que se lo merece. Y listo, no puedo decir nada más porque sorpresas no hubo: otra ceremonia predecible y que se va por lo seguro. Mejor me voy a ver Crash.

En algo si tienen razón: estos matones hiphoperos que parecen amigos de 50 Cent han ganado un Oscar y a Martin Scorsese todavía no le dan nada. (Lejos, el mejor chiste de la noche). De acá al próximo año le darán su Oscar honorario para que se vaya a la casa de una vez.

Observaciones Varias

Después de las dos semanas del Sundance, no me pude quedar quieto; seguí mi pequeña travesía, primero a Reno, Nevada y luego a Miami (el paraíso latino). Lo cierto es que EE.UU es otra cultura y se pueden observar ciertas cosas con las que uno no está acostumbrado.

He aquí algunas cosas que aprendí sobre la vida en Gringolandia:

- El esquí es un deporte caro. Por ende, los que hacen esqui, cagan plata.
- Si no das propina al mesero, al barman, o que sé yo, te atienden como el culo o no te atienden. Cometí ese error con un repartidor de Domino's que casi me rompe la cara.
- Caerse haciendo snowboard: no duele. Caerse en la vereda: duele como el carajo.
- Hasta las cajeras de supermercado son atractivas.
- En Estados Unidos se puede sobrevivir incluso limpiando wáteres.
- La mayoría de las mujeres en las discotecas son más fáciles que la tabla del cero. Pero siguen siendo selectivas.
- Algunos taxistas tienen un ligero parecido a Kevin Bacon.
- Estados Unidos no ha sido pensado para peatones
- Taco Bell ya no es lo que era antes
- Cualquier fiesta que acaba a las 12... es una cagada
- La gente en Utah son lo más quedado y aburrido que puede haber (Maldita influencia mormona)
- En cualquier parte del mundo, los Testigos de Jehová son unos locos de mierda
- Los únicos que viajan en bus son los white trash, los negros y los mexicanos
- Reno está compuesto casi en su totalidad por casinos, moteles y casas de empeño. Notarán la intima relación entre estos trés terminos
- Los casinos siempre están llenos de chinos y viejos con sombrero de vaquero
- En cada familia white trash hay una gorda descomunalmente obesa
- Madres white trash son propensas a ponerles a sus hijos el nombre del personaje principal de El Cuervo. (¿Como puedes llamarte Draven?)
- El estereotipo de los negros es correcto: son escandalosos, no paran de hablar y no se les entiende nada
- Si ves a una chica que parece de 25, probablemente tenga 16
- Una mujer puede acusarte de acoso sexual con solo mirarla de reojo
- Si le hablas en español a un mexicano residente, te va a odiar de por vida (Nada más ridiculo que dos latinos hablándose en inglés masticado)
- Para los gringos, los peruanos hablan portugués
- Si te para la policía, va a ser exactamente igual como en COPS.
- Si te ponen una multa, empieza a ahorrar desde ya
- La cerveza en los bares vale 50 centavos. Un alto porcentaje de norteamericanos son alcoholicos. ¿Existe una relación?
- Puedes ver hasta tres peliculas en el cine con sólo pagar una entrada
- Las credenciales de prensa no sirven para entrar a fiestas ni conciertos. (¿Para qué, entonces?)
- Existen puebluchos rednecks (con nombres como Wennover, Battle Mountain o Winnemucca) donde vive algun camionero obeso llamado Billy Bob que usa gorra Caterpillar, maneja una camioneta con tolva y tiene un perro sabueso
- Carl's Jr. es un antro de grasa - pero buenisimo
- Barnes & Noble y Best Buy son las mejores tiendas del mundo
- La cartelera cinematografica es igual de cagona que la de acá (pero los avances son mejores)
- Si viajas en Greyhound, procura no sentarte al lado del baño
- Los choferes de bus son unos ignorantes irredimibles
- En un futuro no muy lejano, Miami será un país más en Latinoamerica
- Ser muy religioso es lo mismo que ser un borracho
- El Christian Center es la salvación de los latinos
- Hacer snowboard no es lo mismo que andar en skate
- Todos los gringos son pavos. Sin excepción.

Cualquier otra adición a esta lista será bienvenida...

No piensen mal; la pasé bien en mi viaje. Sólo es cosa de tomárselo con humor...

Ernesto en Sundance, VI Parte: Resumiendo...

Y bien, luego de dos semanas de cine independiente raro, me quedo con hartos recuerdos... y ahora daré unos cuantos premios de entre todo lo que vi, porque es mi página y ya. Tomen esto como recomendaciones.

Mejor Película: One Last Dance. Continua mi fascinación (a veces no justificada) con el cine asiatico. Y en segundo lugar, Quinceañera.

Peor Bodrio: Batalla en el Cielo. A ver quien me cuenta el final.

Mejor Actuación: Todo el reparto de Steel City, de Brian Jun. (Esa no la mencioné - mala memoria). La historia es común, las actuaciones la llevan a otro nivel. El papá de Kevin McCallister en Home Alone. ¿Quien diría?

Quien necesita clases de actuación: Todos los novatos de The Guatemalan Handshake, pero en especial el viejito que se pasa toda la pelicula gritando con las venas hinchadas.

Película que quise ver y no pude: Hartas: Salvage, de los hermanos Crook; Subject Two de Phillip Chidel; Alpha Dog, de Nick Cassavetes; Lucky Number Slevin de Paul McGuigan (estas dos ultimas eran estrenos mundiales, así que olvidense de encontrar entradas - las otras dos eran de terror).

Evento más aburrido: La presentación de los cortos animados. Algunos eran buenisimos, otros eran unas fumadas incoherentes pero apenas salieron los creadores a responder preguntas se fue la mitad del auditorio y el resto se quedaron callados. Pobrecitos.

Mejor Fémina: Si Jennifer Aniston nos hubiese hecho el favor en Friends With Money... sólo se puede soñar. De momento, me quedo con la chica de Batalla en el Cielo.

Los que se debieron quedar con la ropa puesta: Los obesos de Batalla en el Cielo. Ni aunque seas fetichista creo que te aguantes eso.

Premio a la incoherencia: The Guatemalan Handshake. Y eso que a todos los del Slamdance parecía encantarles. Debe ser algo en el agua...

La cosa más freak que vi en la calle principal: Un maní gigante. Y obvio, me tenia que sacar una foto con el maní gigante:

El más huevas tristes: Eric, el empresario de Nueva York. Típico neoyorquino arrogante y urbanizado.

Publicidad más engañosa: Todd Rohal, devuelveme mis diez dolares.

Conciertos a los que no me pude meter: Metallica y Counting Crows

Premio a la paciencia: Katherine, la gordita que trabajaba en la oficina de prensa, porque se tuvo que soplar mis mil y un preguntas tontas todos los días del festival.

Souvenir más cagon: Una botella de agua con el logo de Slamdance a dos dólares. Dado que en Utah se puede tomar hasta el agua de caño - es un robo.

Película más comercial del festival: Friends with Money. Es Jennifer Aniston.... Aunque supongo que todas las premieres califican.

La más dificil de vender: Special. Le espera un bonito futuro como film de culto, eso si.

Mejor música: Manu Chao en Princesas. Por primera vez tanta fumada le funciona. Eso que normalmente no lo paso, pero en la película, tiene lo suyo.

Ernesto en Sundance, V Parte: El Perú va a Park City

Por primera vez (que yo sepa), una película peruana hace aparición en Sundance y para sorpresa mía más que de nadie, la respuesta de crítica y público fue bastante buena. Se trata de Madeinusa, de la novel directora Claudia Llosa. Luego de Un Marciano llamado Deseo le perdí toda fe a la industria cinematografica local, por lo que estaba cruzando todos los dedos a la hora de ir a ver la película. Menos mal, valió la pena: es bien distinta al cine peruano al que estamos acostumbrados y eso lo digo como un cumplido.

Madeinusa Machuca (pariente del tristemente célebre "Usnavy Gutierrez") es una inocente chica de un pueblo en Huaraz, que sueña con viajar a la capital. Durante una peculiar celebración del pueblo, que afirma que durante los tres días antes de su resurrección, Cristo no estuvo en la tierra, por ende no está ahí para ver los pecados de su pueblo y la gente hace lo que le venga en gana (Básicamente lo que hacen los limeños todos los fines de semana), un geológo citadino queda varado en el lugar, ganando la desconfianza de los lugareños y llamando la atención de la joven.

Hasta ahí, seguro ya se estarán imaginando una sacarina y lacrimógena historia de amor entre la chica de pueblo y el capitalino y por un momento parece que por ahí va la cosa. Pero justamente ahí es donde está la originalidad del film: sin querer revelar nada, sólo diré que el asunto se pone mucho más sórdido (incluyendo temas como incesto y violación) y que las apariencias engañan. No me lo esperaba para nada y me pareció grato el que Claudia Llosa haya evitado tan bien caer en obvias fórmulas.

Filmada en Huaraz, la pelicula tiene un nivel de autenticidad bien documentado y para aquellos que no acostumbran viajar, es una buena oportunidad de conocer. Otro aporte al realismo es el uso de un reparto en su mayoría desconocido y de la localidad, quienes aún así entregan actuaciones veridícas y bien realizadas. Muy pocas veces se toca el tema de los pueblos del interior en el cine peruano y la mayoría de las veces acaba siendo ridiculizado: pero Claudia Llosa lo trata con afecto y con seriedad.

Ella me hizo prometer no contar mucho de la película, así que sólo diré que su opción de no irse por el convencionalismo y de presentar una visión original tiene sus frutos. Madeinusa tiene sus fallas, pero representa una nueva voz en el cine peruano y dada su pobre calidad en los ultimos años, da esperanzas de que por ahí existen directores dispuestos a contar historias originales.

Ojalá la crítica no sea tan ácida como suele ser con las producciones nacionales y le de una oportunidad. Habrá que esperar hasta agosto para ver (o irse a Polvos dentro de un par de semanas), pero desde ya, la avalo. Ganó el premio de la critica en el festival de cine de Rotterdam: viene con buenas credenciales.

Y bien, en materia de cine, eso fue Sundance, o por lo menos lo principal. Se viene un pequeño resumen, y de ahí algunas observaciones hechas durante mi viaje al país del Norte.

Ernesto en Sundance, IV Parte: Desde México

No soy gran fanático de los documentales. No es que sean malos, es que nunca me han llamado tanto la atención como las películas de ficción. Aparte de los dos ataques del gordo Michael Moore a George W. Bush - Bowling for Columbine y Fahrenheit 9/11 (que serán parcializadas y seguramente inventadas, pero para matarse de risa igual), no he tenido ocasión de ver muchos documentales.

Por supuesto, Sundance tuvo todo tipo de documentales, con temas que van desde la industria del café hasta un campeonato de crucigramas (¿De veras existen?), pero la verdad es que los pasé de largo, hasta que conocí a unos realizadores mexicanos en el bus y me convencieron de ir a ver su película. Y así fue como llegué a de NADIE, del novel realizador Tin Dirdamal.

Cuenta la historia de un grupo de inmigrantes centroamericanos que, en su travesia a Estados Unidos en busca de una mejor vida, se ven obligados a cruzar por tierras mexicanas, donde sufren todo tipo de maltratos con unas pésimas condiciones de vida -a veces por causa de las mismas autoridades. Una triste situación que seguramente pocos fuera de México conocen.

El mayor acierto de Dirdamal y su equipo es el de contar esta historia de la manera más natural posible. Obviando la música y algún que otro truco de edición, el film es en su mayoría los propios realizadores siguiendo a estas personas cámara digital en mano, sin mayores pretensiones que el de contar su historia y dejar que ellos hablen por sí mismos. Y es una historia digna de contarse, los problemas de esta gente a la hora de cruzar la frontera son de verdad atroces - pero con perseverancia y fe, muchos han logrado cumplir su sueño. Resulta irónico que a veces los mexicanos que cruzan a EE.UU se quejen de maltratos y de la mala situación, cuando en su país está sucediendo lo mismo. No es por condenar a nadie, pero hay que tenerlo en cuenta.

Buen debut para Dirdamal y su equipo, su buen recibimiento en Sundance resulta impresionante al darse cuenta que ninguno de ellos es cineasta de profesión. Si se les pregunta que los motivó a hacer este film, no fue ninguna pretensión artistica sino el querer hacer un llamado de alerta hacia la situación, casi como un mensaje social. Hay que reconocerles que lo logran. de NADIE está altamente recomendada si es que la encuentran por ahí.