sábado, octubre 14, 2006

Perdiendo el Control

Adam Sandler empezó su carrera como uno de los tantos comediantes en el estelar de Saturday Night Live en lo que sería la mejor época de ese programa institución de la televisión gringa. Tras esto, hizo un paso natural al cine, siempre haciendo de aquel idiota de buenos sentimientos, un niño atrapado en el cuerpo de un hombre, un patán que se la pasaba gritando y agrediendo a todo el mundo pero que aún así caía simpático. En este proceso Sandler se hizo millonario, fundó su propia productora y se ganó fanáticos por todos lados.

Pero en algún momento Sandler pensó en madurar y tras algunos falsos comienzos (el papel de Jamie Foxx en Colateral era originalmente suyo), empezó a mostrar otra cara: primero en Embriagado de Amor de Paul Thomas Anderson y luego en Spanglish de James L. Brooks, donde pudimos ver al comediante alejado del humor cochino por el que se le conoce.

Claro, aún así se mantuvo la fórmula Sandler que tan buenos dividendos le ha dado, pero desde ya se nota que los días de Billy Madison han quedado atrás. Y esta mezcla está bien ejemplificada en Click, aquella comedia que acaba de pasar sin pena ni gloria por la cartelera local, una fantasía sobre un trabajólico que encuentra un control remoto universal que le permite controlar su propia vida, hasta que todo se sale de control.

Al principio parte como cualquier comedia tonta: el tipo usa el control para saltarse momentos aburridos, como ir al trabajo o ir al baño, para revisitar momentos de su propia vida, para agarrar a combos a su jefe (David Hasselhoff haciendose carrera burlándose de sí mismo) o tirarse un pedo en su cara, para meterle un pelotazo en la cara al irritante hijo del vecino, en fin - cosas que a todos nos gustaría hacer.

Hasta que el control empieza a pensar por sí mismo, y... bueno, olvidando por un momento que se trata de una película de Sandler, lo que le pasa es sencillamente horrible. Y no me averguenzo de decirlo: solté la lágrima. Me hizo llorar bastante... pero no diré más, puede que este cambio de tono de comedia tonta a una fábula dramática al mejor estilo de una película de Frank Capra (todos dicen que se parece mucho a It's a Wonderful Life, pero no puedo opinar porque nunca la he visto) sea muy abrupto, pero la película hasta deja una enseñanza, nada complicado: hay que vivir la vida a full y aprender a apreciar los detalles.

Sí, aprendí una lección de una película de Adam Sandler. Y lloré. Se nota a leguas que soy fanático de este hombre, ¿verdad? Click al menos es entretenida, nada fuera del otro mundo, pero se nota que el otrora niño idiota quiere crecer. Hay que reconocerle eso.

2 comentarios:

Oscar Flores dijo...

Puchas, me dieron ganas de ver la película.

Destacaría el papel de "Locos de ira", ya que no lo encontré TAN Sandler.

Saludos Ernesto, espero que todo vaya bien por allá.

Kinky Devil dijo...

Yo lloré mucho :'(
awwwww!!!!