lunes, mayo 05, 2008

El Hombre de Hierro


Las adaptaciones del comic se han multiplicado tanto en los últimos años, que ya se han vuelto un género cinematográfico aparte, con sus propias reglas y concesiones. Así, Marvel y la DC están en constante lucha por traer a la pantalla a sus figuras más reconocidas; ahora es el turno de Iron Man, que está entre las mejores películas basadas en un cómic (un grupo bastante reducido, por cierto) y que deja en el olvido a la mediocre Spider-Man 3.

Iron Man es en verdad Tony Stark, un millonario fabricante de armas, dedicado a la vida fácil llena de lujos, mujeres, fiestas y alcohol; es capturado por insurgentes afganos, que lo obligan a construirles un arma. En vez de eso, Stark construye una armadura que le permite escapar y una vez de vuelta en casa, dedica sus esfuerzos a combatir la injusticia.

La película gana mucho con el perfecto casting de Robert Downey Jr como Stark; el actor es convincente en mostrar la transformación del magnate, de un playboy despreocupado a justiciero, trayendo al papel una buena dosis de humor y desenfado. Los más crueles dirán que un tipo tan asiduo a los excesos como Tony es un encaje perfecto para Downey, quien ha tenido sus roces con las drogas en el pasado; pero no se puede negar la calidad del actor, que le da una verdadera personalidad a Tony Stark. Gwyneth Paltrow, Terrence Howard y Jeff Bridges completan un talentoso reparto, pero es Downey quien se lleva la película; una oportunidad para uno de los mejores intérpretes de los últimos años de reinventarse y volver a las grandes ligas.

En la película priman los personajes por sobre otra cosa: se trata en verdad del propio Tony y su búsqueda de redención por los males que indirectamente ha causado, a través de su armadura. Pero una vez que se la pone y el héroe de la Marvel cobra vida, las escenas de acción son impresionantes; muy rara vez una película me asombra y divierte tanto y en este caso se justifica. Jon Favreau, actor, guionista y director más conocido por sus papeles cómicos, maneja la cámara como un experto y hace un buen debut dentro de una superproducción, con excelentes efectos especiales que menos mal, no opacan el relato ni se convierten en el actor principal.

El mundo de Iron Man es el de las grandes corporaciones, los negocios turbios, la rivalidad entre empresarios; el situar la película en este contexto, incluso con la presencia de rebeldes afganos que hoy en día es más que vigente, le da mucho realismo a la película (a pesar de tratarse de un hombre en un traje de hojalata), sin caer en la fantasía exagerada de otras adaptaciones de cómic; acá no hay escenas ridículas sin querer, como Tony Stark vestido de emo y bailando por la calle cual Tony Manero. Las ganas de contar una buena y pausible historia pudieron más e Iron Man es más que una historieta en movimiento; es una historia bien contada, entretenida, con excelente reparto, completamente cinematográfica.

Esta es la primera película que la Marvel produce por su cuenta, parte de un ambicioso plan de traer a todos sus personajes a la gran pantalla coexistiendo en un solo universo. Iron Man es un buen comienzo y a juzgar por ciertos detalles en el film que sólo entenderán los amantes del cómic – el papel que más adelante jugará Jim Rhodes, la existencia de SHIELD y la llamada “Iniciativa Avenger” – hay suficiente material para una buena serie. Esto es solo el comienzo y si la calidad se mantiene, aún quedan muchas aventuras para Tony Stark a futuro.

2 comentarios:

El Chepis dijo...

Mañana mismo voy a verla.

Anónimo dijo...

me ha parecido malisima esta peli
saludos