martes, junio 13, 2006

Once y Catorce

Desde que salió Pulp Fiction en 1994, varios directores han tratado de copiar el estilo fílmico de Tarantino en contar varias historias que se entrelazan en momentos claves y en desorden cronólogico. La gran mayoría de estos filmes también han sido tachados de copias baratas con pocos méritos, salvo excepciones como la genial Amores Perros de Gonzalez Iñarritu (que más allá de la estructura era completamente distinta).


11:14, del nóvel director Greg Marcks, es una de las más recientes en recibir influencias tarantinescas. Parte de una premisa simple: los eventos que llevan a un accidente en un pequeño pueblo y el grupo de gente que se encuentran metidos en el asunto. Mostrando 15 minutos en las vidas de un variopinto grupo de personajes, todos con distintos puntos de vista, Marcks logra construir un sólido divertimento en 90 minutos, claro que sin criminales ni balaceras ni nada que se parezca a los filmes de Tarantino.

En este caso, es una mirada de todo lo que puede suceder en uno de esos pueblos bicicleteros gringos en donde a primera vista no sucede nada, pero donde todos tienen sus propios secretos y motivos. Un padre sobreprotector, un conductor ebrio, un aspirante a ladrón, una chica más fácil que la tabla del cero, un sufrido policía y tres mocosos en una noche de diversión, entre otros, se cruzan en un momento fatidíco donde el destino y la ironía juegan un papel importante. Todo en un pueblucho tranquilo y apacible en algún rincón de Estados Unidos.

Estrenada en Lima con la horrenda traducción de Hora de Morir, puede dar la impresión de ser un fuerte drama o una película de suspenso, cuando en realidad se trata de una suerte de comedia negra (uno de los elementos claves de la trama es un pene cercenado de la manera más irreal posible), donde las coincidencias y la mala suerte se apiñan a cada rato. Lo divertido de este film es juntar las piezas del rompecabezas y ver la habilidad de Marcks para tejer varias historias en un solo momento de manera tan eficiente.

En estas épocas, donde la cartelera es dominada por los desechables entretenimientos del verano estadounidense cargados de efectos especiales y pocas sorpresas, algo como 11:14 representa una sana alternativa dentro de la poca variación del circuito local. Entretenida.


3 comentarios:

Oscar Flores dijo...

ME SONÓ COMO A CRASH, PERO EN UN SENTIDO MÁS CÓMICO.

INTERESANTE... CUANDO SE ESTRENE AQUÍ DE TODAS FORMAS IRÉ A VERLA.

MUCHO ÉXITO EN TODO ERNESTO.

PELO-PON-ESO dijo...

me sigue sorprendido gratamente tu blog, saludos amigos, un gran amante del cine!

cuidate, y este sabado por siaca es la reunion asi que no hagas planes, pasare un correo

Nelson, un habitante del patio dijo...

Me gustó 11:14.
Aunque la influencia de Tarantino es evidente, me resultó una muy buena película para ver.
A pesar de que su trama argumental es mucho más liviana que su sucesora Crash, ganadora del Oscar, es una excelente alternativa al cine de chatarra que anda dando vueltas por ahí.
Nota: Crash habrá copiado de 11:14?