lunes, febrero 27, 2006

Ernesto en Sundance, III Parte: De estas me olvido

Por cada película buena, hay tres malas... y si bien se supone que en Sundance se ve cine de calidad, no faltan tampoco algunos bodrios. De esos no me pude librar, así que acá vamos con la otra cara de la moneda.


Batalla en el Cielo, de Carlos Reygadas

Me acuerdo cuando está participó en el festival de cine de La Católica, y los buenos comentarios que recibió. Probablemente esté en la minoría, pero odié esta película con toda mi alma. Técnicamente es acertada, no lo discuto, la fotografía es de primer nivel, pero si tengo que pasarme diez minutos viéndole la cara a un gordo feo sin que mueva un músculo, me quedo dormido. Pretenciosa, más lenta que caracol con artritis y aburrida si es que no tienes paciencia de santo, si es que este bodrio tenia algún mensaje no lo quise captar: me fui antes que termine. El tipo de cine arte sobrevalorado que está hecho especialmente para todos esos viejos sesentones que se quejan de la cartelera local y adoran todo lo europeo. Yo paso, gracias. Al menos tenemos al mujeron de arriba para compensar, pero no se emocionen porque también tenemos que soplarnos los cuerpos desnudos de dos gordos grotescos en pleno amorío salvaje. Después de ver eso, creo que ya no podré tener hijos.

Half Nelson, de Ryan Fleck

En una palabra: gringada. Un profesor de escuela drogo y fumador de crack traba especial amistad con una avezada chiquilla de color. Y eso es todo. Un supuesto drama lento donde no pasa nada: la niña tiene cero carisma actoral, parece autista y la verdad es que su profesor es un idiota drogadicto de primer nivel, y al final de la película, sigue todo igual. Uno creeria que hay alguna moraleja, que los personajes aprenderán de sí mismos y cambiarán, pero no: el tipo sigue siendo un irresponsable y la niña sigue con su eterna cara de culo. Típica gringada independiente donde todo se supone es profundo y la cámara se mueve en espasmos. Aquí no pasa nada.

Wristcutters: A Love Story de Goran Dukic

Parte con una premisa freak que promete: un tipo se suicida por amor y llega al otro lado, representado por una ciudad fea y gris, venida a menos donde viven todas las almas suicidas en pena, sin poder reír. Cuando descubre que su ex-novia también se mató, parte en su búsqueda junto a un rockero ruso y una dulce chica que cree estar ahí por error. Por lo menos por su primeros 45 minutos, el film presenta escenarios bizarros y hace reír: hasta que a la mitad incluye la estupidez de una misteriosa secta liderada por un viejo loco y la película se lentea, no va para ningún lado y se va al diablo. Mil maneras de continuar la historia y escogieron la peor, y la verdad se nota que sólo tenían la idea y nada más. No es más que una típica road movie, pero en un escenario poco común. Olvidable.

The Guatemalan Handshake, de Todd Rohal

La única película que vi en el Slamdance y la única por la que pagué. Todo porque conoci al director en un bus y me dejó picado cuando no me quiso explicar porqué se llamaba así, y después de verla, aún no entiendo. Se trata de... no sé de que se trata, supuestamente un corredor de autos desaparece luego de un apagón y todos sus amigos y conocidos... no hacen nada. Esta incoherencia de cero presupuesto con caras desconocidas hace reír a ratos, pero no tiene ningún sentido, no es más que una serie de viñetas raras con personajes freaks: un enorme negro mudo ex-cantante de soul, una corredora de derbys embarazada, un nerd alergico a la lactosa, un carro eléctrico que a cada rato cambia de dueño, y una anciana que visita su propio velorio... me reí, claro, pero necesito más que eso para sobrevivir dos horas y esta se me hizo interminable. David Lynch se vacilaría un montón con este material, eso sí. Fue un gran éxito en Slamdance; todos ahí deben ser bien volados.

Cargo, de Clive Gordon

La verdad es que esta película no es mala. Para nada. Más bien, tiene una trama que promete un sólido thriller, cuando un joven mochilero escapa de problemas en Africa a bordo de un viejo buque, pero se encuentra en problemas cuando la tripulación parece esconder varios secretos. Bien filmada, con una atmósfera lograda, Cargo promete, pero la verdad es que para cuando la vi ya estaba un poco cansado y me quedé dormido durante un buen rato. Para cuando desperté, no entendía que diablos estaba pasando (y lo poco que capté, no fue tan monumental como la sinopsis prometía). Tendría que verla otra vez, pero de primera impresión, no entendí nada.

De hecho, me faltaron algunas, pero con esto, creo que pueden darse una idea de lo que fue Sundance. Ahora me queda: el único documental que vi, y buen cine peruano que nos da esperanzas...

Ernesto en Sundance, II Parte: Lo Mejorcito

Obviamente, lo más importante en un festival de cine son las películas, ¿no es cierto? Y en el Sundance, todo el mundo va por lo mismo: los estrenos. En el caso de las estrellas, van para verse bonitas y tomarse fotos, mientras que los pobres mortales como yo añoramos ser como ellos en silencio...

En fin, aquí va un recuento de las mejores películas que vi durante el festival, algunas de las cuales verán en su sala de cine favorita dentro de poco tiempo - o tal vez, no...


Quinceañera, de Wash Westmoreland y Richard Glatzer

Fue la gran ganadora del festival, quedándose con los premios principales de critica y público. Cuenta la historia de una chica latina viviendo en el barrio latinaso de Echo Park en Los Angeles, que justo antes de cumplir los quince queda embarazada, lo que la obliga a huir de casa e irse a vivir con su venerable y amable tío y su primo, un matón que es secretamente homosexual. Aunque a ratos cae en clichés, el poder del film está en el mostrar el estilo de vida de la comunidad latina, sin caer en los estereotipos que suelen creer los gringos. El reparto es de gente local del área, en su mayoría novatos, y es esta naturalidad lo que le da al drama su fuerza. Directores y reparto recibieron una larga ovación luego de la función, y bien merecida - primera vez que me emociono por actores que no conozco.

One Last Dance, de Max Makowski

Si me conocen bien, saben que siempre alabo la originalidad y el estilo del cine asiático, y en el caso de este film de Singapur, bien merecido se lo tiene. Un métodico y eficaz asesino a sueldo conocido como "T" está pronto a retirarse cuando acaba envuelto en un enredo con la mafia italiana. Al mejor estilo de cine hongkonés mezclado con un poco de Tarantino, el guión alterna entre escenas violentas y estilizadas y un sentido del humor bizarro, con buenos resultados. T es uno de los protagonistas más únicos para este tipo de película: frío y cruel en su trabajo, pero por otro lado un tipo sensible y callado propenso a filosofar, tomar té y jugar ajedrez con el capitán de policia. La narrativa atemporal y en desorden cronólogico revela un par de sorpresas que mejoran mucho lo que al principio es una historia muy lineal. Ahora, sólo me falta saber como fue que llegó Harvey Keitel aquí...

Friends with Money, de Nicole Holofcener

Uno de los grandes estrenos del festival, esta es una comedia coral sobre un grupo de amigos acaudalados y sus problemas. Dos guionistas que ven caer su matrimonio cuando deciden renovar su casa; una exitosa diseñadora de modas frustrada con la tercera edad y su propia vida; su esposo, un posible homosexual que no se da cuenta; y una empleada doméstica que sólo lo hace porque no se le ocurre nada mejor y no tiene idea de qué hacer con su vida. Todos aquí se la pasan hablando de dinero, por lo que pueden parecer superficiales; y aunque la propia Nicole Holofcener dijo que no tenía ningún mensaje, hay uno simple: el maldito dinero siempre es un factor y hay que ver como puede cambiar las relaciones entre las personas. No crean tampoco que es profunda, es para reírse un rato y nada más, así que vale la pena siempre y cuando puedas aceptar a Jennifer Aniston como una empleada. Y hablando de eso, salió a responder preguntas después y la tuve a dos metros, y tras observar a tremenda mujer, concluyo que Brad Pitt es un verdadero pelotudo.

The Descent, de Neil Marshall

Un grupo de amigas va a explorar una caverna subterranea y caen víctimas de unos mutantes carnívoros que viven bajo tierra. Suena como la típica premisa de una pelicula de terror clase Z, pero lo cierto es que está dirigida con un muy buen pulso por el director Marshall, y el reparto femenino logra darle un toque de seriedad. Tensa, claustrofobica y repleta de sangre, tuvo al público al borde del asiento más de una vez. Un buen ejercicio de suspenso, con un poco más de substancia de lo normal. Con esta y Dog Soldiers, Neil Marshall se perfila como un realizador que promete dentro del género.

El Aura, de Fabián Bielinsky

El director de la genial Nueve Reinas vuelve con un film completamente distinto a su anterior obra, pero que cuenta de nuevo con una excepcional actuación de Ricardo Darín, que acá interpreta a un callado taxidermista que se entretiene planificando complicados robos sin llevarlos a cabo. Un viaje de cacería a la Patagonia, sin embargo, lo meterá sin querer dentro de un crimen de verdad. Aunque lento a ratos, el film es un tenso y logrado ejercicio de cine negro/policial, con un aire sobrenatural que no me puedo explicar. La fotografía de la región es un personaje en sí mismo, ampliando el aislamiento del personaje. Un acierto.

Special, de Jeremy Passmore y Hal Haberman

Alguien por ahí la describió como una película de Kevin Smith mezclada con El Protegido, y es tal vez la mejor definición que se le puede dar a esta comedia excéntrica sobre un nerd frustrado que se ofrece como conejillo de indias para probar un nuevo medicamento, que termina dándole superpoderes. Mientras el tipo trata de combatir el crimen, nosotros nos preguntamos si es verdad o es todo parte de sus fantasías. Graciosa, pero al mismo tiempo melancólica y con una carga dramática inesperada, es una entretenida variación del género de superheroes. Con un presupuesto infímo y filmada en video digital, esta película simboliza lo que debe ser Sundance: pélículas independientes, hechas con originalidad. Cuando le preguntaron a los jovencisimos directores de cuanto fue el presupuesto, su respuesta fue clara: "lo que gastamos le paga la comida por un día a todo el equipo de King Kong". Esta va a ser de culto, estoy seguro.



Ya es un hecho que Friends with Money y El Aura llegarán a cartelera. La primera es una comedia gringa con un reparto lleno de caras conocidas y la segunda es cine latino de un director ya consolidado. Pero, ¿el resto? The Descent probablemente encuentre un buen hogar en el video, pero las demás... está dificil. Eso es lo bueno de estar en el festival, la posibilidad de ver películas que tal vez nunca salgan de ahí.

¿Que sigue? Las películas malas, las que no me llamaron la atención... de lo peorcito.

sábado, febrero 25, 2006

Ernesto en Sundance, I Parte: Introducción

Park City es un pequeño pueblo ubicado en el estado mormón de Utah, conocido por su abundante nieve y excelentes condiciones para deportes de invierno como el snowboard o el ski (sin ir más lejos, ella y la vecina ciudad de Salt Lake fueron anfitrionas de los Juegos Olimpicos de invierno del 2002).

Cuando recién llegué, me llamaron la atención dos cosas: una fue la belleza del lugar, casas rústicas y bien cuidadas, todo bien bonito, como sacado de una postal; y por otro lado, hacia un frío horroroso del que no se salvaba nadie - yo pensé que mis repetidas visitas a la sierra me prepararían, pero me equivoqué. Ay, que se pasa frío, aunque al final te acostumbras.

Otra razón por la que Park City tiene fama mundial es porque un buen día Robert Redford decidió dar cabida en ese mismo lugar a cineastas independientes de todo el mundo: asi nació el Festival de Sundance, conocido por ser la plataforma inicial de muchos realizadores. Como ejemplo, tenemos a Steven Soderbergh con Sexo, Mentiras y Video y una pelicula del año pasado que me irrita sobremanera, aunque ni siquiera la he visto (a los gringos les encantó): Napoleon Dynamite.

El Sundance recibe criticas cada año de estar poniendose cada vez más comercial: esto en parte por los estrenos y por la enorme cantidad de estrellas que se pasean por sus calles, aunque la mayoría se la pasan esquiando en la montaña. El propio Robert Redford comentó en una reciente entrevista que "algo anda mal cuando acá viene gente como Paris Hilton y sólo para ir a las fiestas". Es cierto: la gran mayoria de estrenos en Sundance son de alto calibre y que luego son estrenados en salas normales un par de meses después, y en su mayoría son excusas para suntuosas fiestas a las que no se entra sin invitación. Pero que duda cabe, es un buen lugar donde ver cine único y que tal vez nunca llegue al circuito comercial (menos en Lima, donde se sabe de sobra que los encargados de este no tienen lógica alguna).

Así llegué a Sundance, como representante de la revista Godard! (De venta ahora en quioscos y supermercados, para hacer un poco de publicidad gratuita), con mi noble credencial de prensa que me permitía ir a las funciones normales (donde aparecen las estrellas para responder preguntas) y las de prensa (llenas de periodistas misios y nada más). Toda una nueva experiencia que como cinéfilo me tenía emocionado.

Lo mejor de Sundance es el ambiente: es un pueblo chico, y todos están ahí por la misma razón, por lo que se forma una pequeña comunidad de gente que corre de un lado para otro recomendandose películas y conversando de cine. Basta con subirse al bus para conocerse unos entre otros, es una camaradería muy bacán. Y no es sólo el Sundance, aprovechando la ocasión se celebran también otros festivales más chicos: Slamdance (cine underground e independiente), Tromadance (películas de terror clase Z y demás cosas raras, e increiblemente misio), y X-Dance (cine de deportes extremos). Por dos semanas, Park City se vuelve un centro de cine y actividad frenético. Lo malo es que no se puede entrar a ningún lado y todo es caro, pero se pasa bien.

El saldo: casi 24 películas en dos semanas (incluyendo los cortos): algunas buenas, otras malas, me cansé bastante, dormí poquisímo y debo decir que el cine de habla hispana le metió mil patadas al gringo. Así que luego de esta pequeña introducción, pasaré a hablar de las películas que vi, cuales me gustaron y cuales no, además de contarles algunas cuantas anécdotas. Tenganme paciencia.

viernes, febrero 24, 2006

El Regreso

Para los cuatro gatos que visitan esta página (igual les agradezco)... no se preocupen! Acabo de estar un mes en EE.UU y por flojera más que otra cosa, no he actualizado... pero ahora sí que tendré cosas que contar, así que lo iré actualizando de a pocos...

Gracias por la paciencia!!