domingo, setiembre 02, 2007

Amor en Silencio

Tal vez sea mi falta de experiencia con este tipo de películas reflexivas y profundas (o con el cine de Kim Ki-duk en general), pero ver 3-Iron fue algo único. Una película extraña, bastante alejada de lo que normalmente se ve en una sala de cine, que me dejó perplejo y rascándome la cabeza más de una vez. Al final, la fuerza de este film está en los sentimientos que provoca y en lo que te hace pensar una vez que ha terminado.

Un joven vagabundo tiene un hobby bastante peculiar: irrumpir en hogares vacíos y por una hora, echar mano de todas las comodidades para luego lavar la ropa y arreglar cualquier artefacto que no funcione. Tras estas gracias a sus “anfitriones”, el joven se va, como si nunca hubiese estado en primer lugar. En una de estas aventuras descubre a una modelo abusada por su esposo que, fascinada por este estilo de vida, huye con él, dando pie a una peculiar y especial historia de amor.

Estamos ante dos personas solitarias, encerradas dentro de su propio mundo. Lo único que quieren es tener un contacto con los demás, en una sociedad de la que no se sienten parte. Para él, es viviendo temporalmente como parte de un hogar (se toma fotos con retratos de los dueños, para mantener el recuerdo); y para ella, es seguir a este joven que le ofrece una libertad que no conocía en casa. Con esta rutina, crean su propio universo personal, que nadie entiende – ni la policía que los arresta por trasgredir, ni la gente que los encuentra viviendo en sus casas, ni el violento y casi caricaturesco esposo de ella.

Es una relación basada en gestos y sentimientos, donde una acción dice más que mil palabras. Es más, los dos protagonistas nunca hablan, lo que los aleja más todavía de la realidad. Kim Ki-duk logra plantear una relación verídica y profunda a través de las imágenes, que son de una poesía y finura inexplicables. Estas dos personas, que pueden parecer alejados y olvidados por la sociedad, logran una conexión especial que una relación convencional no puede alcanzar.

El final toma una ruta casi sobrenatural, pero no vale la pena preguntarse que es lo que sucede. Tal vez una explicación no exista, ni sea necesaria; simplemente, estos dos amantes han encontrado la forma de estar juntos a pesar de los problemas, y que han alcanzado al fin ese paraíso que todos buscamos, donde no importa nada más que la otra persona; un estado de felicidad.

Aunque no para todos los gustos, Hierro 3 es una historia de amor mucho más convincente que cualquier filme romántico convencional. No encuentro mucho más que decir; es difícil de entender, pero tal vez no haya nada que entender. Es el sentimiento lo que cuenta, como en la vida misma y la poesía de esta película merece ser vista, siquiera una vez.

4 comentarios:

Alex Guerrero Valverde dijo...

Bienvenido al universo de KIM KI DUK....a ese cine silencioso puro lirismo....

Anónimo dijo...

ufff película genial si las hay.

Otra cosa interesantísima de kim ki duk que no mencionás es su relación con la violencia. En sus películas (si no están construidas sobre esto) hay apariciones repentinas de violencia que no cierran para nada con la historia. Suerte de líneas de fuga. En 3 iron esto es muy claro (además de que esa escena le da el nombre a la película).

Por otra parte, kim ki duk tiene muchas porquerías también.. ojo! jaja

saludos!
dul.

Anónimo dijo...

Muy interesante comentario. Con esa crítica, es preciso que encuentre la peli y la vea...

"No hay mejor argumento que el silencio, que mejor forma de amar con una comprensión exacta"...

Salu2

Qbi dijo...

gracias por el dato.

la bsucaré también. por el comentario bien hecho.